viernes, 6 de julio de 2012

Personal o Colectivo?


Desde este año Todo será al Revés


Con estas palabras me desperté y levanté de la cama, al amanecer el primer día del año 2009. No padezco síndrome de mesiánico ni me creo pronosticador; sólo tengo comunión íntima con el Dueño del Mundo.

No entendí nada, pero intuí un mensaje de Dios. 
Quizá sea un mensaje personal, nada más, pero debido a una fuerte impresión provocada en mí al abrir la puerta para salir, decido compartir con quienes quieran ver en él una visión para su vida para este nuevo tiempo que el Señor nos regala y encomienda vivir en la Tierra.

Me encontré con un fuerte viento y mucho frío; enseguida empezó a nevar. 
Claro, estoy en Mendoza, más precisamente en Los Barriales de Junín, pero el mensaje está latente en mi corazón y mente, y discurro en él ahora según la inspiración que me viene…

Cuando empiece, pensaré que es el principio, pero en realidad estará siendo el final de algo. 
Cuando me parezca que algo está terminando, el Señor me dice “algo está empezando de nuevo”. Cuando me alegre, él me susurra medirme, porque esa alegría me traerá tristezas, o mejor, va a terminar, no será permanente. Cuando me entristezca o llore, él me adelanta: “alégrate que eso no es el fin, sino la semilla de una nueva planta, de una nueva flor”.

Parece anochecer; él me asegura que pronto llegará el amanecer, y con él viene la alegría y la luz.

Paréceme que las cosas y circunstancias se están poniendo demasiado densas; él me dice que es para que caigan y se conviertan en algo nuevo, como las semillas. Hay podredumbre en la comunión. Él me alienta, que si el grano de trigo no se pudre y muere, no puede llevar mucho fruto, y ya está a las puertas una gran cosecha entresacada de mucho ambiente en que parecía ya no haber más vida. E pregunté: ¿Y si no fuese trigo sino cizaña? La voz me respondió: ¡Deja conmigo!

Miro mi cuerpo e imagino: me quedan pocos años de vida. Jesús me sorprende con eso de que el que pierde su vida, la hallará.

Observo mi mente, mi personalidad y me asusto porque cada día estoy más excéntrico, y menos servible para el egoísmo del hombre, y él me tranquiliza con aquella palabra de que “muchos son llamados, pero pocos los escogidos”, y yo que quiero “llegar a la final” me largo a correr, y él me dice: “para, no corras; camina solamente”. Me quedo parado, echado al costado del camino y me escondo en un agujero de las montañas, y él me anima: ¿Qué haces aquí en esta cueva? Vuelvo a caminar desconfiado, temeroso, y él grita ¡Vamos Todavía! ¡No mires ni a diestra ni a siniestra, y corre con paciencia la carrera puesta delante de ti, no aflojes, ya estás casi llegando a la línea de la victoria…! Pero yo pensaba que siempre empezaba y no prosperaba y así jamás llegaría…

Miré hacia dentro de mí y me encontré con un depósito de bienes eternos, y ahí él me aclaró: “muchos no podrán finalizar la carrera, porque están atados a mujeres, a hombres, a casas y automóviles, a negocios, Sociedad, política y asociaciones que retrasan, más tú, por mi gracia, porque te desprendiste de todo, ya tienes preparado mi Trono, mi Recámara de Amor, y estoy deseoso de entrar a ella contigo, ¡para siempre!”.

Algunos que aparentemente aman, te abandonarán, y otros que parecían menospreciarte y desecharte, te amarán y buscarán tu favor.

Cuando creas estarte quedando solo, sólo estarás encubando mucho pueblo y una grandiosa familia. 
Cuando muchos te rodeen y aplaudan, prepárate: vengo a mi viña y quiero mil monedas de plata por ella. Por favor, no seas uno más de los que me ofrezcan tan sólo treinta monedas por ella, y te vuelvas con todo lo demás, pensando que esa es tu vida, tu futuro, quedarte con lo que es mío pero sólo marcará un fin, pues yo comenzaré un eterno placer con los que me aman de verdad.

Fíjate. Nabal se creyó seguro en el Poder, Yo dije: ¡morirás! Y lo borré de mí. Ezequías creyó morirse, Yo le dijo ¡vivirás! 
Israel creyó morir en el desierto, como abandonado por mí, y devorado por serpientes. Yo le dijo: “el homicida no morirá hasta que no haya juicio…” “Es el soñador de sueños que morirá…” “Los padres no morirán por los pecados de los hijos, ni los hijos por los pecados de los padres: el fin será de quien llegare, y el comienzo de quien quisiera recomenzar” Surgirá alguna Ruth que asegure “donde tú murieres, moriré yo moriré…” y Abraham mirará a su hijo muerto, creyendo en el Dios de la Resurrección.  

Nevará en verano. 
Hará frío fuera de época. El calor vendrá en invierno y la lluvia sin parar, mientras la sequía arrasará praderas y campos verdes, hasta que decidas recomenzar donde todo haya muerto, plantar en barbecho y ofrecerme de corazón, mandrágoras que dan olor, y toda suerte de dulces frutas a tus puertas, nuevas y añejas, que hayas guardado en el depósito de tu corazón para mí. Más, en realidad, yo no quiero ni cosas ni lugares, ni reinos ni glorias, sólo quiero a ti…”.    

Volví a mi habitación y me puse a llorar, sin saber qué camino tomar, mientras eso, la voz continuaba a atormentarme... “Todo comenzará a ser al revés”...

Poco menos de dos meses después, estaría yo abandonando el lugar, y al llegar al Brasil después de unos días con mi madre en la frontera, en El día veintiocho de abril oí una voz que me decía “a partir de hoy, escribiré una nueva historia...” y me citó el versículo exacto que habla de esto en Segunda Corintios, 3:3, sin que yo recordase su contenido...

HOY, 06-07-12 ENCONTRÉ ESTE ARCHIVO GUARDADO EN MI PC, Y LO TRANSCRIBO Y PUBLICO POR SI AÚN NO ESTOY LLEGANDO TARDE… AUNQUE QUIZÁ SEA MÁS UN MENSAJE DIVINO PERSONAL, Y NO COLECTIVO...


    
TITO BERRY

No hay comentarios:

Publicar un comentario